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LA GESTION BALBARREY Y LOS ORGANISMOS DE CONTROL
El intendente gobierna con el Tribunal de Cuentas resentido en su funcionamiento
y dándole la espalda a los mecanismos de control

Sabido es que esta gestión no se caracteriza por respetar los Organismos de control existentes. Pedidos de informe contestados a medias, mal contestados o contestados a destiempo son una particularidad que ostenta la gestión Balbarrey para con los requerimientos del Concejo Municipal.

Esto genera falta de conocimiento por parte de los concejales de los temas del Municipio y consecuentemente muchas veces un avasallamiento por parte del Ejecutivo de las normas y criterios que deberían reinar en una Administración saludable.

Pero aparece como punto límite e insostenible el desprecio que se ha mantenido con respecto a la labor y función del Tribunal de Cuentas del Municipio durante esta Gestión.

Desde hace un año y medio aproximadamente, se encuentra vencido el mandato de uno de sus miembros, que si bien -por previsión de la ordenanza de creación del Organismo- puede mantener sus funciones, el Ejecutivo tiene la obligación de mandar las propuestas para su reemplazo o en su defecto para su ratificación en el cargo.

Pero lo que es mas ostensible y fuera de cualquier análisis o interpretación es que otro de sus miembros renunció hace aproximadamente un año y aún no se elevaron las propuestas para su reemplazo.

Es decir que el Organismo de Control funciona con un solo miembro dentro de las previsiones del artículo 3º de la ordenanza 9124, generando por lo menos un menoscabo en la función y la necesidad de control por parte del Tribunal de Cuentas.

Ahora bien. ¿Cuales son los motivos que lo llevan al Intendente a no proponer los nombres de los miembros del Tribunal de acuerdo a la ordenanza vigente? ¿Es normal y conveniente que uno de los Organismos de Control por excelencia tenga resentido de esta manera su funcionamiento?

Evidentemente a Balbarrey no le gusta o le molesta que lo controlen y esta actitud política merece una consideración de índole institucional.

Desde hace un tiempo, mientras algunos Organismos de Control se jerarquizan e inclusive se reconocen constitucionalmente, en nuestra ciudad existe un lamentable alejamiento de estos criterios que buscan transparentar las Administraciones.

En nuestra ciudad Balbarrey gobierna sin presupuesto sancionado gastando en el 2006 mas recursos que los que se previeron y ejecutaron en el 2005 y todo esto sin un normal funcionamiento del Organismo de Control.

No estamos siquiera cuestionando el perfil que el Intendente pretende darle a su gestión, inclusive en estos temas. Estamos diciendo que el Intendente no cumple con una de las ordenanza mas importantes en una Administración y es esta -9124- que dispone la creación y funcionamiento del Tribunal de Cuentas.

El 28 de septiembre de 2005, lo impusimos de esta preocupación mediante una nota y aún no hemos tenido ningún tipo de respuesta. Ínterin la Administración ha sido el escenario de dudas importantes acerca de los manejos de los recursos.

¿A que le va a atribuir el Sr. Intendente esta omisión? ¿A los palos en la rueda de la oposición? ¿A la interna del Partido gobernante? ¿A las chicanas políticas? -concepto este que viene utilizando para desacreditar cualquier intento de oposición a su modelo-; o a que no importan los controles?

Balbarrey y este tipo de decisiones, empobrece las Instituciones. Genera dudas en cuanto a su voluntad de que lo controlen y establece un criterio peligroso y absolutamente arbitrario a la hora de establecer como va a gobernar la Administración Municipal.


LEONARDO SIMONIELLO
Concejal de la ciudad

 

 
15/08/06
Reiteramos la solicitud de propuestas para la designación de dos (2) miembros para cubrir el cargo de "vocal" de Tribunal de Cuentas Municipal.
Archivo 29/10/05
Solicitamos al Intendente Municipal el reemplazo de miembros del Tribunal de Cuentas.