La gestión virtual de Balbarrey tiene en su haber, entre otras cosas, la renuncia de cuatro secretarios de la Producción, dos de ellos por haber incurrido en conductas explícitamente contrarias a la ética. Lo cierto es que la ciudad sigue sin tener un proyecto de desarrollo. La vulnerabilidad de las designaciones en dicha Secretaría está, entendemos, directamente ligada a la escasa o nula importancia que la Administración Balbarrey le otorga a la producción y el empleo. El dato no es menor cuando se debería buscar justamente lo contrario, políticas de estado relacionadas con la producción y la promoción del empleo que trasciendan a las diversas gestiones.

En reiteradas oportunidades hemos manifestado nuestra convicción acerca de que el Municipio, partiendo de escenarios globalizados, debía involucrarse seriamente en el desarrollo económico y fomento de la producción, no solo para satisfacer las necesidades locales sino también para que puedan competir en mercados externos. Esta gestión municipal no esta consustanciada con estos conceptos. Prueba de ello es el escaso interés demostrado en el supuesto Parque Industrial y en la posibilidad de darles una solución de emplazamiento a los empresarios locales que quieren invertir en nuestra ciudad.

Pero no se puede avanzar, siquiera en una agenda pública relacionada con el desarrollo si no se empieza por jerarquizar a la Secretaría con competencia para llevar adelante políticas relacionadas con el tema. Balbarrey no jerarquiza a la Secretaría de la Producción si la utiliza para tejer acuerdos políticos con otros sectores del justicialismo. Balbarrey no jerarquiza a la Secretaría de la Producción si orienta el gasto público hacia la publicidad y no hacia la producción.

Y es así como después los números del INDEC, que marcan un crecimiento de la indigencia y la pobreza, les pegan una gran bofetada a aquellos que creen que el Municipio solo debe asfaltar. Lo cierto es que esta gestión virtual apuesta a mantener el clientelismo político, tomando de rehenes a quienes reciben la ayuda social del gobierno. Pero como lo advirtió el pueblo de misiones, esta forma de hacer política tarde o temprano, se termina.

Pretendemos que la Secretaría de la Producción sea jerarquizada y que empiece a constituirse en un espacio de diseño de políticas y programas relacionadas al empleo, con la capacitación y asistencia técnica a las pymes, con la generación de incentivos crediticios y financieros para micro- emprendimientos, con la promoción del comercio Exterior y el abordaje de mercados externos, el estímulo a la innovación tecnológica. Mientras ello no ocurra, ésta Secretaría será noticia por la renuncia de un funcionario que le compro muebles a su esposa.