Cuando la justicia llega tarde o no llega también genera irritabilidad

Sin dudas algunas de las consecuencias directas de la impunidad o de la impotencia suelen ser la agresividad o la intolerancia. Estas sensaciones las pueden padecer tanto quienes se sienten impunes como quienes sufren la impunidad y se sienten muchas veces impotentes.

Intentar contextualizar los hechos ocurridos en el Ministerio de Agricultura simplemente en un mero enfrentamiento verbal o físico entre damnificados por la inundación con quienes fueron los responsables de la tragedia del desborde del Salado reflexionando acerca de la participación de sectores políticos de la oposición es por lo menos inapropiado, ligero y desafortunado.

Porque sostener que los episodios ocurridos fueron digitados por partidos o sectores de la oposición que pergeñaron el episodio es sin lugar a dudas elegir el camino más corto en un tema sumamente traumático para todos los santafesinos como fue la vivencia de la tragedia hídrica que sufriera nuestra ciudad y sus consecuencias que aunque algunos no lo quieran ver, aún perduran.

Porque el tema es mucho más complejo para la desilusión del ex – Gobernador Reutamann y sus amigos y entran a jugar no solamente pérdidas materiales sino daños que tienen que ver con lo afectivo, con la historia personal, con la perdida de certezas, con daños irreparables. Porque esto no se repara solamente con dinero y muchos menos como cree Reutemann con resultados electorales.

Ya han pasado más de 18 meses desde aquel 29 de abril y evidentemente no va a serles tan fácil cerrar las heridas que se abrieron después de una tragedia como la vivida. Se necesita para ello, por lo menos que exista transparencia en un proceso que busque y encuentre los responsables si los hubiese. Es lo único que les queda a los que han perdido todo o casi todo. Es lo único que nos queda como sociedad frente al futuro.

Y es ahí en donde está el problema. En el mismo lugar en donde se encuentra esta sensación de impunidad. En donde todo santafesino está convencido de que aquí no habrá responsables, en donde no habrá justicia. Es entonces cuando cada uno puede actuar o actúa como puede, con esa mochila de sensaciones, de necesidades de respuestas.

Es verdad que en este país los procesos judiciales son largos. A veces tan largos como infructíferos. Es verdad que en los temas mas resonantes no han existido sentencias ejemplificadoras que tiendan a dar un poco de tranquilidad a la sociedad. Sin ir mas lejos, después de casi 10 años recién se podrá reabrir el proceso al Ex presidente Menem por la causa armas o después de 10 años deberemos entender que no hay responsables en la causa Amia por el mal manejo de la investigación.

Todo esto entonces, también nos debe llevar a reflexionar sobre la necesidad de que existan espacios judiciales independientes donde se diriman las responsabilidades penales de los que pudieron haber tenido directa incidencia sobre los hechos ocurridos en nuestra ciudad. Y no hablamos de un Tribunal Popular. Nos referimos a la necesidad de que exista un proceso transparente, impulsado por quienes tienen el deber de hacerlo y donde se garanticen el derecho de defensa de todos los investigados pero a cargo de funcionarios judiciales decididos e independientes. Un proceso desteñido de intereses que dilaten la búsqueda de la verdad. Hablamos de un juicio justo para todos.

Porque a 18 meses de la tragedia no existen procesados –y no hablamos de culpables- en la causa en donde se investigan las responsabilidades en la tragedia de la inundación. Porque a 18 meses no se conocen los motivos por los cuales no se terminó una obra como el tercer tramo de la defensa oeste, o se hicieron nuevas obras para impedir el desborde. Porque a 18 meses se continúan "fijando" vergonzosamente funcionarios adictos en los organismos de control. Tampoco se sabe a 18 meses quienes indujeron al Ex Intendente Alvarez a manifestar claramente que tales o cuales barrios se quedaran tranquilos porque no se iban a inundar. Porque a 18 meses persiste la misma sensación de bronca e impunidad, mas allá de la reparación económica por los daños que pudieron llegar a algunos sectores

Es por ello que intentar adjudicar los acontecimientos ocurridos a sectores políticos partidarios de la oposición no corresponde y es no entender el grado de sensibilidad y bronca en el que se encuentra nuestra sociedad, mas allá que en este caso el hecho no se haya generado a partir de una masiva movilización popular sino a través de la voluntad de algunos ciudadanos afectados.

Nuestra sociedad está herida, aún sigue herida. Y por mas que algunos pretendan el olvido y la comodidad que puede comenzar a brindar el paso del tiempo y sus consecuencias, habrá quienes hagan recordar de alguna manera lo sucedido. Con las formas o los modales que serán o no del paladar de los funcionarios de turno. Pero que serán las únicas mientras las Instituciones que deben dar respuestas no lo hagan.

Las heridas de la sociedad no van a cicatrizar si no se avanza en forma contundente en la búsqueda de responsables, para que esto o nada parecido no vuelva a ocurrir nunca más en nuestra ciudad.

Hace poco, en ocasión del homenaje al Dr. Aldo Tessio escuchábamos de boca de sus familiares como el ex gobernador salía todos los días de la Casa de Gobierno y se iba caminando por la peatonal hasta su casa si recibir nunca siquiera un insulto. No será seguramente la situación del ex gobernador. Decir que ello es por culpa de la oposición es, sencillamente simplificar excesivamente el tema.

LEONARDO SIMONIELLO
JORGE HENN
Concejales de la Ciudad